mércores, 22 de outubro de 2014

Segundo día, segundo intento

Y pensaba yo que esto sería más sencillo. Creo que todavía me queda muuuuucho por aprender sobre los blogs. Mis agradecimientos a Cris por su confianza y a Sandri por avisarme de que no se me leía, jiji
Hoy comienzo hablando sobre la importancia de la educación y el aprendizaje significativo.
¿Cómo podemos educar? ¿Cómo lograr que lo que transmitimos quede grabado en esas cabecitas que tanto nos importan? La base para lograr un aprendizaje real, un aprendizaje que logre cambios en el conocimiento y la inteligencia es conocer lo que hay dentro de esas cabecitas. Y diréis ¿cómo se puede hacer eso? Pues creo que es bastante sencillo, observar e indagar qué es lo que importa, qué es lo que les interesa, cuales son sus deseos y necesidades, ya algo de eso señalaba Paulo Freire hace muchos años, cuando nos decía que enseñar exige respeto a los saberes del educando, respeto a la autonomía del ser del educando, exige seguridad, capacidad profesional y generosidad, pero sobre todo ENSEÑAR EXIGE SABER ESCUCHAR.
En el caso de un recién nacido parece obvio que lo principal es partir de lo conocido, partir del lazo de unión de la mamá con el bebé y su entorno. Si me siento seguro puedo aprender, pero para sentirme seguro necesito estar rodeado de amor y un ambiente lo más parecido posible a lo que conozco. De ahí la importancia del vínculo padres-hijo/a, que nace durante el embarazo, y del porteo responsable, que permitan que el bebé se sienta seguro en un entorno lo más parecido posible al útero y lograr así una transición más natural, no es lo mismo llegar a un mundo nuevo sólo en una cuna o un cochecito, que mirar el mundo desde los brazos de las personas que más me quieren y que además me dan todo su amor y calorcito.
Todos tenemos presente que los bebés sienten mucho antes de nacer, pueden recibir estímulos y no me refiero sólo a los externos, si la mamá se siente amenazada o asusta libera hormonas que transmite también al bebé durante la placenta y lo mismo ocurre si la mamá se siente feliz y amada. Por todo ello, papis, si quereis dar mimitos vuestros bebés, ACHUCHAD MUUUUCHO A LAS MAMÁS!!!
Al nacer el bebé busca a su mamá, con ella se siente seguro, son un solo ser. Esto hay que respetarlo mucho, pero mucho mucho más de lo que se hace, no deberíamos consentir que los bebés sean separados de sus mamás, porque para ambos, lo más seguro es estar juntos, piel con piel, escuchándose, oliéndose, besándose. La gran mayoría de los problemas de lactancia nacen por no favorecer el comienzo de la misma dentro la primera hora de vida del bebé y por no asesorar adecuadamente a la mamá durante el embarazo. Dar el pecho no duele, NUNCA, y si se siente dolor es porque algo va mal, las primeras horas el bebé está alerta, busca a su mamá y si se le deja, él mismo puede localizar su pecho y comenzar a mamar instintivamente, porque el subidón de hormonas que recibe durante el parto así lo establece. Con unas gotas de amor, estimulando el pecho, logra que la fábrica inicie la producción y se echa a dormir mientras tanto. Por el contrario, si al nacer es separado de su mamá y no se le ofrece el pecho, puede que después lo rechace fruto del cansancio y el aletargamiento tras el gran esfuerzo de nacer, y no digamos si en el hospital le dan un biberón para que "descanse", que ya es el colmo de todos los males.
Si queremos tener hijos e hijas felices e inteligentes debemos recordar qué es lo que necesitan, alimento, cobijo, calor, pero sobre todo AMOR. Para amar no es necesario grandes riquezas materiales, pero sí tiempo, sí contacto, sí comprensión, sí diálogo y eso no se compra con dinero.
Amar hay que reconocer que tampoco es fácil, la vida de hoy nos lo pone cuesta arriba: el tiempo, ya se sabe, es oro; el contacto, pues cada día hacen unas sillas más monas y se mira con peor cara a las mamás que llevan mucho a sus niños en brazos, porque dicen que se malcrían; la comprensión, no digamos, porque cómo vamos a entender a un ser que no sabe hacer supuestamente nada más que llorar, el diálogo, más de lo mismo, porque hay quien dice que hasta que tiene x meses los bebés no entienden.
Dejémonos de filosofar y escuchar los consejos que nos abruman por todas partes. A los padres, la naturaleza no nos da un libro de instrucciones, pero nos da algo mucho más valioso y completo, el amor de un hijo. Por favor, aprendamos a escuchar, nadie mejor que ellos puede enseñarnos el camino que nos queda por recorrer.
 

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